3 de diciembre de 2009

El camino a las monedas...


Ahora que vivimos en un edificio donde la lavadora y la secadora necesitan de monedas de 25 centavos para funcionar, nos hemos tenido que tratar de acordar de tener monedas siempre disponibles.

El problema no es tanto conseguirlas, si no acordarse que hay que cambiarlas en el banco en horarios de oficina, y no tratar de encontrar monedas a las 9 de la noche o un sábado en la tarde.

Hoy fue uno de esos días cuando ya pasaba de las 7 de la noche y la ropa ya estaba en la lavadora y no nos alcanzaron las monedas para la secada que sigue. Fue así como me quedó la tarea de encontrar monedas de 25 centavos.

¿En dónde consigues monedas? En una tienda seguramente, pero luego se ponen muy sangrones, sobre todo si necesitas por lo menos 9 moneditas de 25 centavos. Caminé entonces sin saber a donde iba pero con rumbo a la calle principal aquí cerca, y al llegar a la esquina vi que había una lavandería y que además tenía una maquinita de cambio. "¡ESO!" pensé y entré al local esperando que no hubiera nadie vigilando el uso de la máquina. Abrí mi cartera y encontré 2 billetes de 1 dólar y uno de 10. Con 2 dólares no alcanzaba a secar la ropa, y la máquina no aceptaba de 10 ¿y ahora?

A un lado de la lavandería encontré una licorería, y no teniendo la necesidad de comprar nada, me acordé que las licorerías de estos rumbos suelen tener cocas mexicanas, entonces entré a buscar una y comprarla con el pretexto de cambiar mi billete de 10 por unos más chicos.

Compré mi coca y recibí a cambio varios billetes de 1 dólar y uno de 5. Armado así fui a la lavandería y cambié el billete de 5 por un puño de monedas de 25 centavos.

Es así como llego a la conclusión de que para poder conseguir monedas, tienes que empezar por una coca en botella de cristal, la única con azúcar y la mejor que existe.